"La voluntad es la manifestación de la mente humana que permite a la conciencia subjetiva expresarse objetivamente y experimentar el fenómeno de aspirar a ser como Dios". [UB 130:2:10]

Ajustador del Pensamiento: " Estás un poco desconcertada por la declaración anterior y Me pediste que la explicara. Estoy feliz de hacerlo, ya que estos hechos notables deben ser llevados a la luz de la mente humana.

Los humanos y los animales difieren notablemente en sus niveles operativos: A diferencia de los animales, los humanos son seres imaginativos autoconscientes que fueron creados para co-crear, contribuyendo así a la evolución de su civilización. En contraste, el animal toma decisiones puramente instintivas. Ambas especies son receptivas a la influencia de los primeros 5 Espíritus Ayudantes de la Mente: intuición, comprensión, coraje, conocimiento y consejo. Sólo la criatura humana está bajo la guía adicional de los Espíritus de Sabiduría y Adoración.

Esto divulga el hecho de que el propósito de tu vida difiere enormemente del de los reinos animales. ¿Cómo es eso? No hay otra forma de averiguarlo que conectando los puntos. ¿Cómo te influyen los Espíritus de Sabiduría y Adoración?

Apelan a tu yo espiritual, sacándote de tu pequeño y limitado yo material para revelar el vasto campo de juego cósmico de la co-creación en la semejanza con Dios. Como dice el refrán, "Donde hay voluntad, hay un camino", uno práctico que permite la manifestación "objetiva", la materialización de tus deseos más profundos en tu zona temporal y en tu plano de experiencia.

El proceso comienza cuando tu conciencia subjetiva realiza el ACTO de Voluntad que sirve como un trampolín metafórico hacia la "expresión" visible de tus ideas invisibles-así "objetivándolas" para que todos las vean.

Esos son los mecanismos que apoyan los procesos creativos o co-creativos. Tómate el tiempo de investigar más para convertirte en una inspirada co-creadora de tu realidad, en lugar de una contribuyente inconsciente y mal aconsejada de un momento a otro".

Traducido por Juan Xavier Ramirez